lunes, 7 de septiembre de 2009

ALGUNAS GREGUERÍAS

Decía Ramón Gómez de la Serna:
"Desde 1910 me dedico a la greguería, que nació aquel día de escepticismo y cansancio en que cogí todos los ingredientes de mi laboratorio, frasco por frasco, y los mezclé, surgiendo de su precipitado, depuración y disolución radical, la greguería. Desde entonces, la greguería es para mí la flor de todo lo que queda, lo que vive, lo que resiste más al descreimiento. La greguería ha sido perseguida, denigrada, y yo he llorado y reído por eso entremezcladamente, porque me ha dado pena y me ha hecho gracia"


Nunca es tarde si la sopa es buena.
Al agonizar el viejo marino pidió que le acercasen un espejo para ver el mar por última vez.
¡Qué tragedia! Envejecían sus manos y no envejecían sus sortijas.
La sidra quisiera ser champán, pero no puede porque no ha viajado por el extranjero.
El hambre del hambriento no tiene hache porque el verdadero hambriento se la ha comido.
Cuando asomados a la ventanilla echa a andar el tren robamos adioses que no eran para nosotros.
El día en que se encuentre un beso fósil se sabrá si el amor existió en la época cuaternaria.
Las pirámides son las jorobas del desierto.

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